lunes, 9 de abril de 2012

Cotalba (2.026m) La propina del Marqués

Viene de aquí 

Otra semana después retomo el relato de nuestro fin de semana por Picos de Europa, allá por el veintitantos de marzo. Tras no pocas pero sí nisias tribulaciones el sábado 24 de marzo salimos hacia el Refugio de Vegarredonda. Eran como las 11,30h y Óscar, Tato, el otro Borja y un servidor, el Borja primegenio, al menos desde mi onfaloscópico punto de vista, lo cual no quiere decir nada más que, para evitar confusionismo, a partir de ahora el será el otro Borja y yo, simplemente seré una vez más el narrador homodiegético de esta pequeña historia de montaña.
El caso es que mientras Andrés, Gaspi y Sergio terminabvan de prepararse, Óscar, Tato, el otro Borja y yo empezamos a caminar por la verde pradera con el sugerente fondo de los picos que nos disponíamos a subir.


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El tipo del bar refugio nos dijo que no se podía llegar al aparcamiento de Pan de Carmen con el coche, que la pista estaba muy mal, luego, después de más de media horita de pateo nos encontramos allí hasta un Seat Ibiza. En fin, sigamos sin maldecir en exceso que luego esto lo lee mi madre... Hacía como veinte años que no venía por esta zona, imperdonable retraso, pero este árbol y el puente de después los recordaba perfectamente...
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...comienza la subida y caminamos a ritmo tranquilo, no tenemos prisa. Así que Andrés, Gaspi y Sergio no tardan en alcanzarnos...
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...con el panorama que nos aguardaba delante, no me extraña que se dieran prisa...
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...no tardamos en empezar a pisar nieve...
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...y así llegamos al collado de Gamonal desde el que ya vemos el refugio, de foto en su privilegiada ubicación. Unos cuantos tardaron un poco más, supongo que iban tan embobados mirando el cresteado horizonte que no se percataron de las marcas de PR y se dieron na vueltecita para terminar de ganarse la cervecita.
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Así, tras registrarnos en el refugio, Gaspar, con su rodilla un poco tocada, y Sergio, por hacerle compañía y velar armas ante el reto que nos esperaba al día siguiente, pero que por exigencias de los patrocinadores contamso en la anterior entrada de este humilde blog. El resto decidimos aprovechar la tarde acercándonos hasta el mirador de Ordiales que recordaba espectacular de mi anterior visita cuando tenía 18 años...Ahí está Andrés observando el incendio que se intuye justo tras el lugar al que nos dirigíamos...
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...y ahí viene el otro Borja con el espectáculo de Picos a su espalda...
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...según nos acercamos a Ordiales el olor del humo se van intensificando...
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...ya queda menos, esta foto estás hecha junto al refugio de Ordiales que, en esta ocasión me olvidé de fotografiar...
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...y ya a punto de asomarnos al mirador...
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...con estas ahumadas vistas, apenas se intuía el pico Jario y como la inhalación de humo no es una de nuestras aficiones tampoco nos asomamos mucho más...
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...eso sí, las paredes del Cotalba por esta vertiente son la leche y Andrés se gana un posado robado.
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Por supuesto, presentamos nuestros respetos al Marqués y le comentamos nuestra intención de realizar al día siguiente el corredor que lleva su nombre. Con su permiso, gracias...
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Y sin más nos fuimos para abajo que la cena era a las ocho y había que coger fuerzas. Así me retrató Andrés...
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...y así retraté yo a Tato y al otro Borja...
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...aunque la vista y el objetivo de la cámara se iban hacia esas dos torres que ni entonces ni ahora logro identificar...
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Dos días más tarde, una vez subida y bajada la Torre de Santa María de Enol, sólo quedábamos Óscar, Tato, el otro Borja y yo que nos habíamos pedido un par de días más de permiso para aprovechar nuestra visita a los picos. Y lo hicimos ascendiendo al Cotalba. así que el lunes 26 por la mañanita empezamos a recorrer el mismo camino que acabo de relatar...
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...sin humo de incendio, pero sí con nubes en el cielo llegamos al refugio de Ordiales...
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...y tras comer un poco de chocolate continuamos hacia ese colladito en pos de la cima del Cotalba...
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...la pendiente nos hizo romper a sudar aunque la verdad es que las nubes ayudaban a que bajara la temperatura...
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...hacia atrás, el Tiatordos ofrece su cara más espectacular... otro en la lista de pendientes...
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...y abriendo el zoom, el valle de Sajambre hasta el desfiladero de los Beyos.
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Tato yo íbamos más despacio y al franquear el collado nos encontramos a Óscar y al otro Borja en esta aguerrida posición montañera. ¡Vaya siesta se estaban echando los zagales!
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Les despertamos con cuidado y les informamos de que, si eso, lo mejor era continuar la marcha que la cima estaba ahí al lado. De hecho en la siguiente foto, está arriba a la derecha...
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...cuestión de algo más de media hora...
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...seguimos unas huellas de hace un tiempo, pero caminamos solos, una de las sensaciones más agradables de ir al monte es hacerlo solos y este lunes disfrutábamos una vez más de ese privilegio.
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...hacia abajo las vistas son la repanocha...
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...mientras Tato y el otro Borja recorren ya los últimos metros...
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...el otro Borja ya está casi en la cima...
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...casi, casi...
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...mientras Óscar cierra el grupo.
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No tardamos en encontrarnos todos en la cumbre. Precios y con impresionantes vistas. Nos hacemos la foto de grupo, comemos tranquilamente diversas viandas reservadas para la ocasión...
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...y muy a nuestro pesar nos volvemos para el refugio, que tras caminar no sin penurias por una nive cada vez más paposa, ya oteamos ahí abajo...
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...la guarda del refugio, Marta creo que se llamaba, nos esperaba para quedarse tranquila de que todo había ido bien y tras saldar nuestra cuenta se marchó. Nosotros, tras rechacer la mochila, no tardaríamos en seguir sus pasos...
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...pasos, eso sí, remolones, que no querían volver a casa y que inevitablemente se detenían de vez en cuando para obligarnos a echar la vista atrás...
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...no era para menos...
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...y así caminando sin prisa pero sin pausa, regresamos a las praderas de la vega de Enol, con una cerveza en la mano en el garito del tipo que nos engañó diciendo que el coche no pasaría hasta el aparcamiento de Pan de Carmen (los nisios no somos rencorosos si nos dan buena cerveza) contemplamos por última vez el macizo occidental de los picos de europa, El Cornión...Photobucket
...aunque una vez más los ojos se nos iba, vaya usted a saber por qué, hacia esa línea diagonal que se traza en aquella montaña, que hace muchos años bajo un marqués y que el día anterior nosotros habíamos subido como unos marqueses.
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