miércoles, 9 de mayo de 2012

Descubriendo y "redescubriendo" el Pico Yordas (1.964m.)

Fin de semana libre y temporal en toda la Península. Este era el panorama con el que nos encontramos el viernes pasado. Lo lógico hubiera sido aprovechar para descansar de las arduas tareas parentales y maternales en las que nos hemos visto envueltos algunos de los nisios en este último año, pero como si nos quedamos en casa corremos el riesgo que se derrumbe y fallezcamos sepultados (¡qué horror...!) nos decantamos por levantarnos medianamente pronto el sábado y volver a una de las zonas más privilegiadas de León (ya es decir, porque la provincia de León es mucha provincia...), la zona de Riaño.
Como decía, la previsión meteorológica no era precisamente buena, así que decidimos encumbrar un pico sencillito pero gratificante y emblemático, el Yordas (1.964m).
Salimos de Pucelosis sobre las 8,20h y hasta las 12,00h no nos plantamos en Liegos pero no teníamos prisa, ahora los días son mucho más largos. Desde allí seguimos las indicaciones dadas en el maravilloso libro de "las montañas de Castilla y León" (escrito por el mayor nisio de todos, Borjita) y en un plis plas Carmencita, Jorgito y Martita estábamos listos para comenzar. El tiempo, el previsto, llovizna que parecía que no nos iba a dar tregua...
Y en este punto es cuando tengo que pedir PERDÓN con mayúsculas por la nisiada del día (para no variar...). Pedí la cámara a Jorgito para hacer una foto del inicio y cuando la fui a encender no funcionaba... en ese momento, nos dimos cuenta de que para una vez que no nos habíamos olvidado de llevar la cámara nos habíamos dejado el cargador "cargando" en casita... sin comentarios... así que tuve que hacer las fotos con el móvil (más viejo que Matusalén) y la calidad "es la que es".
Pero bueno, no me entretengo más, comenzamos:
El ascenso comienza atravesando una verja y adentrándote en un precioso bosque lleno de hayas. El camino está perfectamente marcado y casi desde el principio vas zigzageando hacia arriba y ganando altura muy rápidamente. Nuestro objetivo se encuentra oculto entre las montañas que tenemos enfrente

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Tras caminar durante una hora aproximadamente, nos encontramos con un letrero clavado en uno de los árboles del bosque que nos indica que para el Yordas hay que ir hacia la izquierda y casi al mismo tiempo nos toca atravesar el río que nos ha ido acompañado durante todo este tiempo

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No abandonamos el bosque pero a medida que vamos avanzando su paisaje cambia, ahora lo que predominan son los líquenes, que han llegado a invadir todos los troncos de las hayas y el resultado es realmente espectacular.
Continuamos progresando y poco a poco vamos abandonando el bosque

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A pesar de los presagios, el tiempo no sólo nos está respetando, sino que el único claro que hay en toda la zona avanza con nosotros. Al llegar al collado Yordas sale el sol, esto sí que es un privilegio. Jorgito mira el mapa no para saber por dónde continua el camino, sino porque desde que hemos comenzado la ruta está muy mosqueado, todo le suena y en todas partes parece haber estado pero no recuerda ni cuándo ni la cima a la que llegó en ese momento... Carmencita y yo aguantamos estoicamente sus permanentes "inquietudes e intrigas" que no deja de mencionar ni un solo momento.

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Al dejar el collado Yordas y dirigirnos hacia la cumbre comienza la nieve, no hay mucha y se puede avanzar sin problemas

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Poco a poco vamos ascendiendo y antes de darnos cuenta por fin logramos ver nuestro objetivo, la cima del Yordas

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Ya estamos bastante arriba, nos queda un último esfuerzo y para hacerlo más emocionante el tiempo cambia y comienza a nevar y a ventear. Jorgito sigue mosqueado, todo le suena...

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Continuamos ascenciendo. Ya sólo nos queda una última subida o eso creíamos, porque justo cuando estábamos a punto de llegar a la cumbre vemos que se asoma otra cumbre por detrás repleta de nieve... nos quedamos los tres ojipláticos... pensábamos que ya habíamos llegado a nuestro objetivo. Avanzamos un poco más para llegar a la cresta de la montaña que ascendíamos y... ¡SORPRESA!  
 Photobucket La niebla y los diferentes grosores de nieve en la cumbre nos habían hecho creer que quedaba otra cima. Estábamos en la cumbre y teníamos el pantano de Riaño a nuestros pies.
 Photobucket Desgraciadamente no podemos disfrutar de muchas vistas y además aquí nieva con fuerza y el viento es bastante fuerte, así que nos hacemos rápidamente una foto de grupo.
 Photobucket Otra me la hago con Carmencita, que no es tan habitual contar con su grata presencia.
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Y bajamos sin demorarnos ni un minuto por el mismo camino por el que hemos venido. En cuanto comenzamos a descender el tiempo vuelve a ser agradable y antes de que nos queramos dar cuenta estamos de nuevo en el bosque
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En un rato llegamos a la furgoneta y nos ponemos las botas con el chorizo casero del padre que Carmencita que hemos traido para la ocasión. En definitiva, un precioso pico y un excelente día, lástima de fotos, pero bueno... ¡Ah! Se me olvidaba lo más importante. Jorgito continuó con su intriga y mosqueo hasta el lunes, momento en el que Andrés Iglesias le recordó que este pico ya lo habían hecho juntos hace unos cuantos años. Sin comentarios...

1 comentario:

Alfonso Caso de los Cobos Martinez dijo...

Una cumbre preciosa, nosotros estuvimos en ella el pasado mes de Enero con una "xelada" de campeonato, la cima vista así con nieve es más bonita aún.
El repor os ha quedado estupendo.
Un saludo.