jueves, 5 de junio de 2008

Vega de Urriellu, a echar un ojo a Torre Cerredo y rendir pleitesía al Picu

A pesar de que, una vez más, las previsiones meteorológicas no eran las mejores, un selecto grupo de The South Face Extreme Nisio Team nos fuimos para Picos de Europa con la intención, si no de subirlo, al menos sí de hacer un primer acercamiento a Torre Cerredo, uno de nuestros objetivos de este año. Sabíamos que la presencia de nieve y su pésimo estado nos lo iba a poner muy difícil, pero bueno. En esta ocasión además de mi hermano Jorgito y yo, se apuntó el mítico Gaspar, famoso por haber sobrevivido a una caída de 25 metros mientras escalaba en sus tiempos mozos y por haberse recorrido media África en seis meses, precisamente con mi hermano Jorgito.
Antes de nada, he de decir que Gaspi se ha ganado por méritos propios un lugar de privilegio en el Nisio Team, ya que cuando íbamos en la furgoneta a la altura de Frómista, se dio cuenta de que se había dejado las botas en mi casa. En fin...
Ya habíamos salido con el retraso habitual y tras conducir varias horas y dormir en el aparcamiento de Arenas de Cabrales, a la mañana siguiente, el lunes 2 de junio, subimos hasta el collado de Pandébano y empezamos a caminar sin prisa pero sin pausa.
Las primeras rampas se hacen durillas, un poco más porque el sol empieza a calentar, pero como no forzamos... además, como siempre en Picos, el paisaje es impresionante. Aquí, Jorgito con el collado abajo y Sotres al fondo.

Gaspi iba marcando el ritmo y no tardamos en llegar a la Majada de la Tenerosa. Arriba las nubes se metían y no nos dejaban ver el grupo de los Albos...
La Majada de la Tenerosa... el queso lo compramos a la vuelta...
...o no, porque al día siguiente volvimos por allí abajo, desde Bulnes, pero eso será objeto de otra historia.
A medida que ganábamos altura nos metíamos en la nube... esto no pintaba nada bien. A lo peor, ni veíamos el Urriellu.
Un rebeco se acercó a darnos los buenos días...

...y nosotros seguíamos entrando en la niebla...
...sin embargo, cuando ya quedaba poquito para la Vega de Urriellu vimos el azul del cielo y, en un momento dado, al levantar la cabeza del camino...
...apareció el Picu. El Naranjo de Bulnes en todo su esplendor, desmelenado parece que está aquí y es que el Urriellu es muy heavy.
Al llegar a las puertas del refugio, dejé la mochila y me puse a tirar fotos. ¡Vaya suerte, compañeros! Embobado me quedaba mirándolo.
Pero no tardó en regresar la niebla. Habíamos llegado al refugio a las 12,30 horas, dos horas y media después de salir de Pandébano. No fuimos muy deprisa, pero tampoco hicimos paradas. Tras registrarnos y aligerar un poco el peso de las mochilas, decidimos tirar hacia Torre Cerredo, no con la intención de subirlo, obviamente, sino de ver cómo estaba la ruta en general y la nieve en particular. Como digo se metió la niebla, pero Gaspi se había traído el GPS, que, en caso de duda nos podía ayudar a regresar sin mayores problemas.

Así, calzados con las botas de plástico, porque el guarda del refugio nos dijo que encontraríamos mucha nieve, empezamos a ascender hacia la Corona del Raso, por incómodas pedreras.
Sin mayores complicaciones pasamos la pequeña canal de la Corona del Raso...
...y caminando ora por pedreras ora por tramos de nieve que al menos se dejaba pisar enfilamos hacia la Horcada de Arenera.
Ya llegábamos a la horcada, con su bonita Torre, y parecía que al final la meteo nos iba a respetar...
...pero al asomarnos, vimos como las nubes se cernían sobre Torre Cerredo. Avanzamos un poco para identificar la mejor forma de llegar hasta el Jou de Cerredo, pero aquí, la nieve se puso peligrosa, el cielo se puso negro y decidimos, creo que con buen criterio, darnos la vuelta.
Eran las cuatro de la tarde.

Efectivamente, en menos de diez minutos se puso a llover y aunque se metió la niebla, no tuvimos problemas para encontrar el camino de vuelta, y sin necesidad de usar el GPS de Gaspi, que por cierto, se estaba quedando sin pilas y, por supuesto, no teníamos recambio.
Sobre las 18,30horas llegamos de nuevo a Vega de Urriellu donde, además de una generosa cena, nos esperaba una fauna refugieril de lo más variopinta... no lo hubiera dicho un lunes, la verdad.
Tras despejar un poco la mente a base de cervezas, decidimos que las condiciones de la montaña no eran ni con mucho las mínimamente adecuadas para subir a Torre Cerredo al día siguiente y empezamos a trazar un plan alternativo. Tras mucho deliberar acordamos que a la mañana siguiente haríamos lo que nos pidiera el cuerpo y ya está. Por cierto que al final fue regresar a Pandébano pasando por Bulnes por la Canal de Balcosín
El resto de la tarde, hasta la cena, fue una sucesión de charlas de refugio y, cuando paraba de llover y se iban las nubes, rápidas salidas para hacer alguna foto. El Picu, siempre elegante, quiso asomarse para darnos las buenas noches.
¡Buenas noches príncipe de Picos, rey de la Cordillera Cantábrica!

3 comentarios:

igertu dijo...

Tremendo Borja, tremendo!!!!

La "aparición" del picu tuvo que ser BRUTAL.

Picos lo tengo abandonado, pero es que a todo no se puede, tal vez pronto haga una escapada de día.

Me han comentado que hay una canal muy maja, Amuesa se llama :P

Salu2

ldiegoes dijo...

yo quiero ir ya!!!!!

Kepa dijo...

Frómista!!!! mi abuelo paterno era de ahí, y mi abuela paterna de Astudillo....

Lo de dejarse las botas es un clásico